Reseñas,  Libros

La runa de la inspiración feminista

Ansuz, de Defne Çizakça
Trad. al castellano: Erika Cosenza
Libros del Ciempiés, 2025 

Por: Valentina Bragado Assef
Fecha de publicación: 16 de mayo de 2025

Foto tomada por Gigi Caffarena durante la presentación del libro Ansuz en Barcelona. Sobre una mesa hay un atril aque sostiene un ejemplar de manera tal que se vea la portada; a su lado, una pila con cinco ejemplares que muestran el lomo hacia la cámara.

Libros del Ciempiés lanza la segunda publicación de su colección Voces del Ciempiés, esta vez también desde un rescate estético de la lengua como herramienta para experimentar, conocer, leer e imaginar  –en esta ocasión– la fantasía de manera diferente.

Ansuz es un libro de cuentos de hadas con perspectiva de género que reivindica desde viejos arquetipos narrativos como la bruja malvada hasta mitos como el de la pitonisa, privilegiando el desarrollo de la deconstrucción del fondo y la forma hegemónico-occidental del género narrativo en particular. Hace esto desde una postura lingüística-feminista interseccional que combina signos y significantes en tres lenguas: Defne Çizakça lo escribió en türkçe y luego lo tradujo al inglés; por último, de esa segunda lengua que aúna a autora y traductora, llega la versión al español  a cargo de Erika Cosenza, parte del equipo de la editorial.

El volumen consta de  ocho cuentos que discurren entre Estambul, Esmirna, Nueva York, la Selva Negra y la mágica isla de Chiloé, al extremo sur de Chile, con un tinte agudo y en ocasiones crudo sobre historias que realzan o dan voz a aquellas brujas relegadas –como siempre– a la locura y blasfemia por el Patriarcado. 

Todas las narraciones manifiestan un rescate del canon europeo del cuento de hadas a través de historias que se arriesgan y se posicionan, por medio de figuras protagónicas raras, inusuales, extravagantes, misteriosas y también enigmáticas, la valoración entre una sabiduría ancestral, que conecta la intuición en las mujeres antiguas, esas que la hegemonía masculina eurocéntrica tildó de herejes: las brujas perseguidas y denostadas para la autora son las mágicas curanderas, las que saben de herbolaria, las alquímicas, las lobas, poderosas mujeres que con la voz de su intuición están conectadas entre lo celeste y lo terrestre, circulando entre medio del sensible tránsito de la vida–muerte y vida otra vez.

«La bruja de los cabellos rizados de Gálata» es una historia que experimenta, por medio de la estética del sueño, el cuestionamiento al discurso masculino del deber ser en una mujer llegados los cuarenta años. Edad bisagra para la protagonista que carga con un hechizo de su linaje femenino, por el cual de alguna u otra manera se pierde la cordura al momento de cumplir dicha edad y ver la aparición de la bruja de cabellos rizados. Por consiguiente, el cuento ronda entre la diatriba de la exaltación de la pasión por el lado mágico (oculto) de la protagonista y entre la razón social que se impone sobre ella al conocerse todas las mujeres de su familia materna como locas. 

Este deambular que atraviesa todos los demás cuentos es un desplazamiento del centro de la cordura hacia ese lugar underground, periférico que atrae la noche, vuelos sobre torres, encuentros curiosos en Manhattan, Roma y Estambul, así como también encuentros maravillosos con búhos, sueños de siete días y espejismos. 

El resto de los cuentos del libro exponen de manera dialógica cambios de narrador entre la primera y tercera persona, intercambiando el estilo indirecto libre con el directo en el uso de diálogos, entregando fluidez y movimiento a todas las historias. Existe un hilo conductor que circula entre todos los relatos: el viaje exterior-geográfico y el interior que tiene que ver con el rescate en la memoria de la lengua que hemos olvidado. Una lengua matriz, con palabras suaves, fonemas inclusivos y sonidos naturales que difuminan signos y significantes, que abre múltiples posibilidades en tres idiomas diferentes para interpretar y resignificar las historias, las palabras, la ficción y las voces femeninas a las que ha relegado al olvido la cultura oficial occidental. 

Ansuz es una runa que recibe de regalo en un sueño la protagonista del cuento «Þórdís, ¿me lees la suerte?», runa que conecta a la voz narrativa con una reminiscencia olvidada, una lengua mítica que es preciso recordar «para sanarnos» (p. 184). 

De esta manera, ansuz, la runa que significa inspiración – comunicación, está presente en todos los cuentos, siendo la postura estética que entregan la autora y traductora al dejar fluir la coexistencia de idiomas para que el público lector pueda desmitificar el uso unívoco de una lengua predominante en portar el significado. A través de la polifonía lingüística, Ansuz representa la diversidad de formas de vida, experiencias y conocimiento, en sintonía con el antiguo alfabeto que unía a los seres y sus modos de habitar el mundo. 

Por último, invitándonos a leer entre líneas la curiosidad por lo no establecido que expone cada cuento así como también el no saber qué es real y qué es invención entre el más allá onírico y el aquí difuso, la autora nos interpela con la pregunta móvil de su obra: «¿Cómo cambiás para ser la persona que sos?» (p. 218).

Una lectura innovadora, ágil, entretenida y, por supuesto, feminista que te convoca también a conectar con tu don a través de las extrañas pero bellas ilustraciones de María Ayelén García. 

Sobre la autora

Una selfie de  Valentina Bragado Assef, colaboradora de Ciempiés. El encuadre está ligeramente hacia arriba y desde la derecha, y Valentina mira de reojo con una media sonrisa y expresión pícara. Lleva gafas y cabellos ondulados, entre castaño oscuro y claro, que no le llegan a los hombros.

Nací y crecí entre los bosques, la selva fría y los ríos del sur del mundo. Ahora hace dos años que vivo en un norte mediterráneo, geografía que entibia la humedad de mi raíz austral. 
La escritura me conecta con ese tejido del gran nido. La escritura es refugio, es hogar. Encontrar este espacio de creación con Ciempiés en Barcelona ha sido una fortuna.